Peor que la pasta base

Fotos de un termómetro callejero de Sevilla. Fue lo más parecido que encontré.

A pesar de que La República está al borde de serlo, en el Uruguay hay dos medios de comunicación sensacionalistas.

El primero, por todos conocido, pero por nadie leído "El Bocón". Sí, ese que tiene o tenía al tipo de bigotes de Condorito en la tapa.

Y el segundo, son los carteles de la Intendencia de Montevideo; esos que están en las principales avenidas, que te dan la hora. No son sensacionalistas por la hora, ya que sería algo digno de un premio nóbel, sino por la temperatura que muestran. En pleno invierno, cuando hace frío (aclaración estúpida por si extraterrestres entran a leer mi blog), la mitad de los días llegan a tener temperaturas negativas, algo que raramente sucede en Uruguay. Ní hablar del verano, que cuando hace calor (idem invierno), marcan temperaturas enormes. A veces llegan a indicar 40 grados, temperaturas que solo entran en los pronósticos de Núbel "bigoteloco" Cisneros, cuyos pronósticos tienen un error del 200 %, y que dan como mínima -2º, y como máxima 45º.

Dichos carteles deberían estar regulados por la URSEC, por generar pánico en la ciudadanía innecesariamente. Ya me tienen los huevos llenos los que, cuando alguien dice: "¡Qué calor!", comentan: "Cuando venía por Av. Italia los carteles marcaban 38 grados".

Ya hasta existen teorías de porqué los carteles marcan tantas huevadas. Hace un tiempo me llegó una que planteaba que la chapa de los carteles se calentaba, lo que hacía que éstos marcaran cualquier cosa. Pero me pregunté: ¿Y qué hay del invierno? ¿Se sobreenfrían más las chapas? Evidentemente que no, además si se fijan los termómetros están bien ventilados.

Vamos a ver si el gobierno se pone las pilas, se deja de romper los huevos con esto de la inseguridad, y se pone a resolver los problemas verdaderamente importantes para la sociedad.