(sin título)

Día a día me pregunto por qué carajo tengo un blog y para qué mierda sirve. Hasta ahora no pude responder esa pregunta, pero a diferencia de lo que ustedes están pensando, eso no me desanima para nada. No soy una cuarentona que se cree que tiñéndose el pelo de rubio va a olvidar lo paupérrimo de su rutina y va a comenzar una "nueva vida".
Siémpre me pregunto por qué hay giles que postean "Hola putos." y tienen 53 comentarios a los dos días. Seguramente ellos algún día se esforzaron para conseguir esos 53 comentadores, pero ya no, por lo que deduzco que la gente que lee blogs tiene esa estúpida idea de "fidelidad" hacia un medio de comunicación. Me hace acordar a mi abuelo que una vez le pregunté por qué miraba el noticiero del 12 y el me respondió: "Ah, yo siempre miro el noticiero del 12.". Seguramente a nadie les sirvieron las clases de filosofía que alguna vez en su vida tomaron, ya que las falacias parecen ser un argumento válido.
Un ejemplo de ello es, a mi parecer, Justicia Infinita cuya rutina (me la imagino) como una hoja a4 que dice en Arial Black 74: "Estirar". Pero ese palo fue solo al pasar, ya que como ustedes se estarán dando cuenta este posteo es solamente para mantener la "fidelidad" de mis 3 o 4 lectores.
La verdad que lo podría seguir, pero creo que ya es suficiente como para justificar la "fidelidad" de tan pobres lectores (seguro que con un: "Hola putos" se contentarían más). Además, se está tornando en una especie de columna de Freeway, en la que someto a los lectores a mis pensamientos personales que poco importan (parece que ahora están de moda, critico un poco a la rutina y ya tengo la columnita mensual).

No teman. Volveré por su fidelidad. Para que cuando tengan 80 años les digan a sus nietos: "Ah, yo siempre leo al Robert."